5/5/20

Tensiones escolares



Tensiones escolares
Aporte para pensar en los diferentes niños desde una escuela que se postula inclusiva.


Este es un recorte acerca de un niño, al que llamaré Nahuel.
Nahuel cursa 1er grado.
Cuando lo conocimos, nos preguntamos respecto de su entonación cantarina en su habla y su torpeza motora (imágen corporal), sus fallas en la interacción con niños de su edad…


Aclaración:
 Lo instituido de la escuela, marca que en situaciones en que la inclusividad de la misma se pone a prueba es menester, para contar con algún recurso humano que ayude en esta tarea, suscribir a la resolución que habla de los PPND (personal profesional no docente).
Lo instituido de las obras sociales marca que para liberar ese presupuesto se necesita un diagnóstico que dé cuenta de que esta erogación es necesaria.
Lo instituido del discurso hegemónico de la clasificación, legitíma al DSM IV como aquel cuyos diagnósticos son los que operan en el campo de la salud mental.
Así las cosas, llama TGD al malestar de un niño como el presentado.
Frente a este modo de operar que tiene como destinatario  a un niño, la escuela puede practicar otros, haciendo valer los saberes autorizados de quienes conocemos la singularidad de la situación, no de un saber tecnocrático, de fácil aplicación (copy and paste).
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       Creemos que lo que le pasa a este niño tiene que ver con fallas en su constitución temprana . En ese tiempo temprano comienzan a ponerse en juego una serie de operaciones de mucha complejidad: relación con el exterior de tal manera de poder diferenciarse de este exterior a partir de su propio cuerpo, del cuerpo del Otro (significativo) y de los otros en tanto semejantes. Esta diferenciación se instaura a partir de responder, desde tiempos tempranos, a las demandas que este niño  genera para poder sobrevivir (a diferencia del animal, el niño necesita absolutamente del Otro en los 1ros tiempos de su constitución)[1]. Es a partir del deseo parental que el niño es respondido en su demanda y que es demandado por sus padres. Demandar es esperar algo del otro. Sólo de un sujeto se puede esperar algo (de una mesa o una silla, no). La mirada, la voz, la palabra, la caricia son gestos de demanda (esperar que se calme, que entienda, que se alimente, etc etc). En este juego de demandas mutuas, el “cachorro humano” como le llaman algunos, va “inscribiendo” su cuerpo ó como dicen otros representando su cuerpo de manera organizada y no caótica. Entonces: diferenciación entre uno y el Otroconfiguración y representación del propio cuerpo son procesos que lo constituyen y no vienen dados de antemano aunque lo veamos a simple vista como un bebé con todas las partes de su cuerpo etc.
El ingreso al mundo de la palabra, el ser hablante, viene en la misma lógica que lo recién dicho. Para que el bebé se introduzca en el mundo del lenguaje necesita de otro que lo introduzca, interpretándolo, demandándolo, conversándole en este proceso que va de la estimulación de su propia voz (gorjeo, balbuceo) hasta la palabra que le introduce el otro.

En el caso de este niño, como decíamos al principio, la representación de su cuerpo, su ser hablante están complicados.




-     Es importante que Nahuel pueda demandar (pedir algo a la docente). Esto implica disponibilidad a la escucha y a la observación de la demanda de parte de la docente, EOE, ED. A veces la demanda no se manifiesta como algo explícito verbal ej: se le sale la zapatilla y yo interpreto “espera que le ponga la zapatilla”. Puedo acompañar esa acción con alguna frase (voz y palabra). Al mismo tiempo toco su pie (lo toco). Todo esto, va formando cuerpo. No el cuerpo real, lo que vemos genéticamente estructurado. Nos referimos al cuerpo simbólico, al que representa algo ej: un oído obtiene su satisfacción cuando alguien le habla, cuando acompaña una forma melódica en el ser hablado, por eso los bebés responden al canto del 1er tiempo aún cuando no comprendan el significado de sus letras. Entonces, decimos que ese oído está atravesado por el deseo, representado en palabras, tonos de voz, melodías. Lo simbólico es lo que representa. En este caso lo que “estimula” al oído es deseo. La palabra, la canción, representan deseo. Dicho de otro modo la palabra es deseo.

Se trata de dar un orden y evitar el caos: Es el deseo lo que organiza . Yo deseo saber de este niño, lo espero, se le sale la zapatilla y yo lo interpreto (“no se la sabe poner. Yo se la pongo”). Más allá de la simetría de estas demandas. El deseo del Otro (el de la docente, del eoe, de la directora, de la vice), es lo que separa entre el yo y el tú y lo que pacifica entre los hablantes. Dicho de otra manera, en el caos, en la confusión del lugar para cada uno ó el no-lugar, hay violencia.



Demandar le facilitará el proceso de distinguirse a sí mismo y oponerse que es el 1er eslabón en la constitución subjetiva de un niño.
 Se espera que en el encuentro con la intervención nuestra (de la institución) se convierta en un hablante. Pero Nahuel habla, dirá alguno. Sí, pero como “dibujito animado”, como notan otros. Nahuel denota un  fracaso en la función de adaptación materna. La imagen del dibujito es un objeto consolador que reemplaza los fenómenos transicionales.

La escuela, el aula, el recreo, se constituyen en medio facilitador (suplemento de la función de adaptación materna). Nahuel ha ingresado a la escuela privado en tal sentido “¡porqué tengo que tener frío!”, gritaba , angustiado este niño, cuando el invierno del año pasado, contaba su madre. Antes, estuvieron viviendo en un local luego de haber dejado la casa paterna de un día para el otro, en la que había vivido su 1er año y medio de vida.
En ese medio facilitador se puede construir el cuerpo (en el sentido antes dicho), se puede, alojado desde el deseo parental, ingresar al lenguaje operación compleja que implica separación entre la voz y la palabra, diferenciación entre el yo y el otro




Las referencias a reglamentación ubican a la función paterna. El tiempo lógico marca que para poder acoger, aceptar, entender una regla es necesario antes, ser un sujeto. La escuela hoy actuará desde el lado de medio facilitador (como decíamos arriba), más que como corte, regla, norma. Habitualmente, la escuela funciona como “tercero”, como relevo del mundo de la cultura ayudando al proceso de separación necesaria entre una madre y un hijo. En este caso, como en otros que se puedan presentar, dada la situación señalada, iremos evaluando en conjunto los tiempos psíquicos de este niño para poder ubicarnos como escuela para la diversidad.

Una herramienta útil puede ser un plan pedagógico individual. Los contenidos de las áreas de prácticas de lenguaje y matemáticas serán los mismos que para todos.
El Plan se elaborará con la maestra integradora ó acompañante terapéutica.
Demás está decir que se trata de un trabajo intersectorial, en diálogo con salud.



                                                                                                       A.Casarejos, abril/2012




[1] Por eso se habla de ir constituyéndose en  sujeto. Los trastornos graves como autismos ponen al límite esta cuestión y nos plantean la interrogante sobre si ese niño ha advenido en sujeto o no.







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