Me decía que lo que se está discutiendo es muy importante cuando hablamos de integración… él insistía en plantear como una disyuntiva la cuestión de si queremos realmente y creemos que las sociedades progresan cuando son meritocráticas o si queremos caer en el relativismo moral ¿Qué querría decir con eso del relativismo moral? −¡Vamos!...nos quieren decir que todo da lo mismo: lo verdadero y lo falso, el rol del docente versus del alumno, los derechos del ciudadano y la víctima versus del delincuente… a eso me refiero con relativismo moral− decía.
Había un problema de método en su análisis.
La discusión sobre la verdad y por ende la
falsedad, ha sido cuestionada no desde un relativismo moral porque en realidad
es una discusión que atraviesa al planeta entero…no es relativa a occidente o a
oriente, al norte o al sur. Se ha puesto en discusión la idea misma de verdad
como categoría: aquello que se cree está
en la naturaleza de las cosas. Era un poco largo de explicar la crisis de esa
idea porque tiene que ver con un cambio de época que algunos filósofos llaman
modernidad tardía. En cualquier caso, no tenía nada que ver con el relativismo
moral que venía de los sofistas y que planteaban que no es posible determinar lo
que es moralmente correcto porque se trata siempre de convenciones.
Mauricio no
me entendía.
Porqué le
estaba explicando esto? Eran las últimas veces que nos sentaríamos juntes a
tomar un café probablemente y no quería dejar de decirle que su punto de
partida era poco serio. Era como decir este
verano voy a la playa o creo que le
tengo miedo a la muerte (en rigor sería, voy a la playa o a la montaña…por
ejemplo)
Él quería
convencerme que si yo descartaba la idea del mérito como una forma de sistema,
como la clave del desarrollo, era porque en definitiva era una más de aquellas
personas que querían cambiar todo lo que hasta aquí nos habían enseñado
nuestros padres, nuestra escuela y la sociedad toda. “Las cosas son de aquella
manera a la que hemos estado acostumbrados y
acostumbradas y eso se conoce como Verdad”
parecía pensar.
Lo que yo quería antes que nada era plantear que su punto de partida era poco serio.